Hablar de la bodega Granbazán no sólo es hablar del compromiso con la calidad de sus vinos, sino, también, de exclusividad, cercanía, familia, historia, proyección y responsabilidad social corporativa, entre otros valores. Agro de Bazán es una sociedad anónima que cuenta con veintiuna hectáreas en propiedad de las cuales, cada año, se extrae la mejor uva albariña para elaborar los vinos más exclusivos.
En 1985, Manuel Otero, un conservero cambadés, inquieto por la cultura del vino, pone en funcionamiento la empresa. Pero el proyecto se remonta a 1981, año en el que decidió sustituir un monte de eucaliptos por una plantación de albariño y construir una bodega en medio de la finca, tal y como la conocemos en la actualidad. En el año 2017, Manuel Otero vende la bodega y pasa a manos del cartagenero Pedro Martínez Hernández, también propietario de las bodegas Baigorri ubicadas en la Rioja alavesa, que le da un nuevo impulso a la compañía.
Granbazán centra el negocio en tres pilares: su bodega, el enoturismo y la celebración de eventos. En cada una de estas actividades, más de una veintena de profesionales trabajan día a día en las instalaciones buscando la máxima calidad de los productos que finalmente se ofrecen a los clientes. En épocas de vendimia o celebración de eventos, el personal llega a multiplicarse por el volumen de producción que alcanza la empresa.
Esta bodega ubicada en la parroquia de Tremoedo (Vilanova de Arousa) es considerada como una de las pioneras del enoturismo y promotora de la conocida “Ruta del Vino” en la comarca de O Salnés, siendo ésta una pata clave en la promoción de su marca y crecimiento en las ventas. Junto al enoturismo, está muy ligado el departamento de eventos que cuenta con un ala de la bodega dedicada exclusivamente a celebraciones y venta física de vino. Ofrecen seis tipos de vinos albariños distintos: Albariño Contrapunto, Granbazán Etiqueta Verde, Granbazán Etiqueta Ámbar, Granbazán Limousin, Granbazán D. Álvaro de Bazán y Granbazán Veigalobos. En 2022 está previsto que lancen al mercado su primer vino albariño espumoso.
Granbazán nació con vocación exportadora y en la actualidad se encuentra presente en más de veinticinco mercados, siendo Estados Unidos el principal receptor de sus botellas, así como la inmensa mayoría de países europeos, Gran Bretaña o Australia. Debemos tener en cuenta que la mitad del volumen de producción de la bodega sale de nuestras fronteras, lo que ha supuesto que la empresa alcanzase en el último ejercicio una facturación superior a los tres millones de euros.
La apuesta por la marca y por el sello de calidad es el futuro de esta bodega que, además, cuida con exquisitez la relación con sus viticultores para obtener uno de los vinos más primorosos nacidos en el corazón del valle de O Salnés.